viernes, 24 de mayo de 2013

Modificador "snoot" casero.

Un "snoot" es un modificador que, colocado sobre el flash, concentra el haz de luz. Es ideal para iluminar sólo areas concretas, así como para crear los clásicos círculos luminosos sobre los fondos.

El mercado está lleno de modelos listos para ser usados (y, en ciertos casos, costando un ojo de la cara), pero la satisfacción de hacérselo uno mismo con materiales muy baratos no tiene comparación. En el vídeo que aparece más abajo, podéis ver el proceso de fabricación del que yo hice, así como los resultados con él y sin él.




Es un proyecto muy fácil de hacer (más incluso que el que os mostré en la entrada "Modificador panal de abeja casero"), y los resultados no tienen nada que envidiar a los que podéis obtener con los fabricados industrialmente. Es tan fácil, y los materiales están tan a mano, que no sé a qué esperáis para haceros el vuestro.

En futuras entradas os mostraré fotos hechas con este modificador.


...et in Arcadia ego.
© David Valdés

viernes, 17 de mayo de 2013

"Sin Miedo al Flash".

Hace un tiempo, estando en Valladolid tocando con la OSCyL, tomé al asalto la Casa del Libro, donde compré varios ejemplares relacionados con la fotografía. Uno de ellos es "Sin Miedo al Flash", escrito por José Antonio Fernández y editado por Foto Ruta


© José Antonio Fernández

Debo decir que me ha encantado, y lo recomiendo encarecidamente a todo aquél interesado en la iluminación con flashes de mano (o, como dirían los "connoisseurs", técnica "strobist").

Es un libro muy ameno (escrito con ciertas pinceladas de humor), que explica conceptos muy básicos, y se desarrolla hasta llegar a esquemas de iluminación más complejos. También toca aspectos relativos a la mecánica del flash y accesorios. Muy recomendable para principiantes y todos aquellos "alérgicos" a los conceptos técnicos. Precisamente, por ser yo un poco "geek", es lo único que echo de menos: algo más de "enjundia técnica" (pero aún así, es un libro estupendo, se mire por donde se mire).

Está repleto de información utilísima, además de "truquillos" magníficos (tales como el uso de una tarjeta blanca para derechear el histograma, o voltear la cámara para evitar la "intromisión" de la cortinilla).

Mi puntuación sería un 9.5 sobre 10. Fijaos si ha tenido éxito, que han pasado sólo unos pocos meses y ya ha salido una segunda edición.

Si tienes flashes y aún no has comprado este libro, ¡no sé a qué esperas! 


...et in Arcadia ego.
© David Valdés

viernes, 10 de mayo de 2013

Primer intento de "light painting".

Hace poco asistí a un curso de fotografía nocturna organizado por Entremiradas e impartido por García de Marina. Fruto de los conocimientos adquiridos, me lanzo y presento mi primera foto en este estilo.


© David Valdés


Para hacer esta fotografía utilicé unos juguetitos muy chulos... El orbe está hecho agitando unos hilos de luz que compré en eBay (¿dónde, si no...?). Son unos filamentos parecidos a la fibra óptica, con un recinto para las pilas (que también permite el encendido y el apagado, así como darle diferentes frecuencias luminosas -como los árboles de navidad-). Vienen en diferentes longitudes (yo los escogí de un metro, por aquello de hacerlos más manejables) y colores (de momento, me lancé con azul oscuro, azul claro, rojo y blanco). 


© David Valdés

Otro juguete que participa en la foto es el flash Canon 430EX II.


© Canon

Paso a explicar los detalles técnicos: a mi Canon 600D (obviamente, sobre un trípode y con el estabilizador desactivado) le conecté un diparador para poder utilizar el modo "bulb" (ya sabéis: ese modo en el que el obturador está abierto tanto tiempo como mantengas presionado el botón). Al disparador también le programé un retardo para que, una vez empezara todo el circo, me diera tiempo a colocarme y que la cámara pudiera enfocar (me hubiera gustado hacerlo utilizando el "liveview", pero como no tenía nadie que me ayudara, la tarea se me hacía más difícil).
  
Fui probando, tirando fotos (éstas se podían hacer con la luz encendida. "No problem": sólo buscaba la composición), hasta que di con el encuadre deseado. Ahora sólo era cuestion de recordar dónde me había colocado, y de no tropezar en plena oscuridad...  

Fijé la ISO en 100, la apertura en f22 para que no se me colara luz parásita, que las luces no "quemaran", y para que me diera tiempo a "dibujar" todo. La distancia focal fueron 18mm. En parte fue así porque la habitación donde la hice es pequeña, así que no podía usar mucho más porque me saldría del encuadre, pero también lo hice para exagerar un poco mis facciones y contribuir a crear ese halo de irrealidad.

Antes de disparar, junté el hilo azul y el blanco, los encendí para tenerlos listos, guardé el flash preparado en el bolsillo trasero (mucho cuidadito con la luz "test", que a nada que te descuides, se cuela en la foto), y le asigné la mínima potencia (1/64 en este caso) y un zoom de 24mm. También preparé un lámina de goma EVA de color negro (ya os contaré para qué).

La secuencia de realización es más o menos como sigue: con los cables en la mano, aprieto el disparador y salgo corriendo en plena oscuridad hasta la posición. Antes de que se abra el obturador, comienzo a mover los hilos para que no estén parados y a la cámara no le de tiempo a pillarlos estáticos. Dibujo círculos con ellos (sin ninguna referencia, sólo la estela que dejan en mi retina) durante aproximadamente un minuto (procuro que todo el espacio quede relleno de luz). Cuando considero que la bola ya está hecha, sin dejar de mover los hilos, los voy apagando, y cuando ya no hay luz, los dejo y echo mano al flash.

Con el obturador todavía abierto, coloco mi mano izquierda donde creo que se termina el círculo que previamente dibujé, pongo una pose dramática, con los dedos formando una garra, apunto la palma hacia la cámara, coloco el flash sobre la mano para tomar una referencia, lo separo un poco, y le pego un golpe de luz (procurando que no se vea el botón rojo y que la fuente de luz dé la espalda a la cámara para que no salga en el encuadre).

El obturador sigue abierto, cambio el flash de mano y repito la operación anterior.

Todavía sigue abierto el obturador, cojo el flash, lo acerco a mi cara para tomar una referencia, y luego lo bajo y lo alejo, disparándome directamente (siempre procurando que no se vea ni el piloto rojo ni la fuente de luz). Elegí disparar desde abajo para dar esa iluminación "de candilejas", tétrica... (la típica luz de linterna de los fuegos de campamento que usamos para contar historias de miedo). En pruebas anteriores, puede comprobar que, a veces, se veía la silueta del cabezal del flash, pero me di cuenta de que, si acumulaba suficiente luz con los hilos, podía tapar el cabezal si lo ponía detrás del orbe. 

También en pruebas anteriores pude ver que el "flashazo" hacia arriba se escapaba e iluminaba parcialmente la habitación. Lo solucioné de forma bastante ridícula: después de iluminar las manos, cogí la lámina de goma EVA que mencioné antes (siempre, por supuesto, con el obturador abierto y en plena oscuridad), y con ella me hice un collar tipo isabelino (como el que ponen a los perros enfermos) y me rodeé la cabeza, sujetando la lámina sobre los hombros. De este modo, la luz no se escapaba y dejaba el fondo oscuro.

Después de "flashearme" la cara, sólo quedaba recuperarme de las chiribitas, quitarme la lámina de goma, acercarme con cuidado a la cámara para no tirarla, y darle al diparador para detener la exposición. En total, el obturador estuvo abierto durante 119 segundos, en los que me dio tiempo a hacer todo lo descrito anteriormente. Menos mal que la habitación estaba cerrada a cal y canto, pues cualquiera que me hubiera visto hacer lo que hice delante de una cámara, solo, a oscuras y a pecho descubierto (en pruebas anteriores vi que la camisa se iluminaba al pegar los flashazos), pensaría (no sin cierta razón) que estoy loco de remate.

El resultado me gusta, pero creo que mi cara está subexpuesta. Es obvio que el flash estaba más separado de mi cara que de las manos, así que debí seguir la regla del cuadrado inverso y aumentar la potencia, pero corría el riesgo de que, en medio de la manipulación de los parámetros, la pantalla del flash saliera en la foto. La próxima vez, tendré preparadas dos unidades: una para las manos, y otra para la cara. 

¿Os gusta? Animaos, pues este tipo de fotografía es muy resultona y divertida.


...et in Arcadia ego.
© David Valdés

viernes, 3 de mayo de 2013

Modificador "panal de abeja" casero.

Un "nido de abeja" (o "panal de abeja") es un modificador que, colocado sobre el flash, concentra el haz de luz. Puede ser muy útil para iluminar zonas concretas, así como para crear en los fondos el clásico círculo luminoso.

Obviamente, hay muchos modelos en el mercado listos para ser usados, pero hacerlo uno mismo es muy gratificante. En el siguiente vídeo podéis ver el proceso de fabricación del mío, así como el efecto con él y sin él. 





Como se puede comprobar, es un proyecto muy fácil de hacer, y los resultados son estupendos. Tened en cuenta que, cuanto más largas sean las pajas, más pequeño será el círculo luminoso. Experimentad con diferentes longitudes, y animaos a fabricar el vuestro.

Obviamente, más adelante os mostraré fotos hechas con este modificador.


...et in Arcadia ego.
© David Valdés